Sin hacer ruido y entrando de puntas de pie, Lanús se clasificó a los octavos de final de la Copa Libertadores. Logro que solo había alcanzado Fluminense. El equipo de Schurrer que había arrancado sacando un punto en los primeros seis disputados, cambió rápido el chip para terminar siendo un rival a tener en cuenta por todos lo que aspiran a llegar a la final.
El partido se preveía parejo por la actualidad de ambos. Olimpia sorprendió por su postura ofensiva desde el minuto cero, pero la efectividad que tuvo esta noche Lanús, fue demasiado para el ímpetu paraguayo, que a medida caian los goles se iba desinflando.
Suelen decir los protagonistas sobre las goleadas, que fueron exageradas y que no hay tal diferencia entre ambos equipos. Es verdad que Olimpia es un buen equipo y que no hay seis goles de distancia con Lanús, pero hoy jugó como un conjunto amateur. La cuenta decía que había ya tres goles en favor del local y los guaraníes seguían cambiando golpe por golpe cuando desde rato habían perdido la pelea por KO.
Para que Lanús pudiera ir encontrando el partido hubo mucha responsabilidad en el uruguayo Regueiro, que fue encontrando los espacios para lastimar a una endeble defensa guaraní. De esa forma sumó dos asistencias de gol para Pavone, otro que se cargó el equipo al hombre cuando peor la pasaba en el arranque del juego.
Fue muy ingénua la manera que tuvieron tanto Romero como Meza, en intentar detener a Pavone. Se sabe que al 'Tanque' le gusta recibir de espaldas y girar rápido o tocar de primera hacia los costados buscando la descarga. No solo nunca anticiparon ese movimiento conocido sino que además le daban un metro de distancia. Así fue imposible para Olimpia poder anotarse otra proeza con la de Rpio de Janeiro.
Los goles fueron cayendo uno tras otro y el partido fue dibujando una goleada impensada en la prevía pero justificada en el campo de juego. Lanús irá con mucha tranquilidad a jugar a casa de Flamengo en la última fecha y Olimpia deberá jugársela de local ante Emelec.
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